
Aunque el debate científico continúa sobre la mesa, los especialistas se enfocan en encontrar soluciones a este tipo de adicción.
Si miramos alrededor, ya sea en una cafetería, en el transporte o cualquier lugar público, es casi seguro que veremos alguien mirando la pantalla de un dispositivo electrónico o, como mínimo, con un teléfono móvil en el bolsillo.
Pero, somos realmente adictos a la tecnología? Es una de las preguntas que se hacen los científicos actualmente y, a pesar de que el debate continúa sobre la mesa, muchos especialistas se enfocan en encontrar soluciones.
Diagnósticos en duelo
La adicción a la tecnología no aparece en el último Manual diagnóstico y estadístico o DSM-V, publicado en 2013. Lo más cercano que hay es el "trastorno de acción a los videojuegos", que todavía no es un diagnóstico oficial, sino una condición que requiere más estudio.
Por contra, la Organización Mundial de la Salud (OMS) listó la adicción a los videojuegos como un trastorno debido al comportamiento adictivo, según la definición la Clasificación Internacional de Enfermedades.
El Dr. Nicholas Kardaras trata el tema en su libro "Glow Kids: How Screen Addiction Is Hijacking Our Kids", defendiendo que existen evidencias claras: hay estudios con imágenes del cerebro que muestran el impacto de pasar tiempo ante una pantalla y, además, hay muchos adolescentes que están tan inmersos en los juegos que ni siquiera se levantan para ir al baño.
En una sociedad que se ha vuelto tan dependiente de la tecnología, sin embargo, puede costar hacer frente al hecho de que estas herramientas a menudo valiosas también son un problema.
La medida de los efectos
Hay una serie de preguntas en danza: la adicción a la tecnología puede causar cambios en el cerebro o una verdadera dependencia física? Es subsecuente de otros problemas como la depresión, la ansiedad o el TDAH?
Algunos especialistas, sin embargo, consideran que hay que dirigir el problema con preguntas encaradas a las soluciones: la relación que una persona mantiene con la tecnología puede afectarla hasta el punto de que una ayuda médica el beneficiaría?
El Dr. Douglas Gentile hizo un cuestionario para padres de niños en edad escolar con preguntas como: ¿el uso de su dispositivo preferido es la única actividad que los pone de buen humor? ¿se enfadan o se muestran infelices cuando se les fuerza a "desconectar"? ¿Aumenta su uso con el tiempo? ¿se escabullen para utilizar pantallas? ¿Interfieren en sus actividades familiares, amistades o escuela?
Tratamientos
Pese a no ser un trastorno oficialmente reconocido, hay instituciones para tratar adicciones en adolescentes que intentan hacer frente al problema. Es el caso de algunos campamentos dedicados a la terapia a través de la aventura, que parecen dar buenos resultados mientras los niños están al aire libre, pero, después, volver a la realidad diaria en que deben emplear dispositivos puede devolverles los antiguos hábitos.
El Dr. Michael Bishop, que dirige campamentos de verano terapéuticos, dice que generalmente los niños y adolescentes que llegan se dividen en dos categorías: por un lado, una mayoría de chicos adictos a los videojuegos con carencia de habilidades sociales que a menudo luchan contra depresión o ansiedad o que se sitúan en el espectro autista; por otra parte, una mayoría de mujeres que hacen un uso inadecuado o abusivo de las redes sociales. Pueden estar obsesionadas con hacerse "selfies", enviar fotos inadecuadas de ellas mismas o hacer bullying a otras personas por las redes sociales.
La especialista en adicciones Maia Szalavitz dice que dirigir este problema definiéndolo como "hábitos" es más efectivo para motivar a los adolescentes a querer hacer un cambio; y que, por el contrario, puede ser peligroso calificarlos de "adictos" en una edad en la que están en proceso de formar sus identidades.
Las adicciones al alcohol, a las drogas o al juego se pueden tratar por abstinencia, aunque no es fácil; pero, por ejemplo, en los trastornos por atracón, esto no es posible: hay que reconstruir día a día la relación con la comida. Lo mismo ocurre con la tecnología, ya que su uso a menudo es forzado por las dinámicas escolares, profesionales y otros. En estos casos, hay que aprender a combatir la distracción y la procrastinación como un modo de crecimiento personal.
Abordaje de salud pública
Cómo se pueden construir relaciones más sanas con la tecnología y continuar utilizándola en el día a día? Según algunos especialistas, es necesario que los cambios empiecen en la tecnología misma.
Un ex- "diseñador de ética" de Google dice que la industria de la tecnología cada vez está menos enfocada a cómo beneficiar a las personas y más en cómo mantenerlas pegadas. En otras palabras, mientras les sea rentable, las compañías continuarán creando diseños que maximicen el tiempo de uso.
Una de las soluciones que se plantean es presionar a las empresas para que cambien sus modelos de negocio con incentivos alternativos al tiempo de uso, culpable de muchas adicciones.
Gabe Zichermann, que se definía a sí mismo como un "animador" de la gamificación, consultó a las grandes corporaciones y gobiernos cómo hacer productos y políticas tan atractivas como los videojuegos. Años después, se dio cuenta de que el problema había llegado demasiado lejos y, sintiéndose en parte responsable, creó una aplicación anti-adicción llamada "Onward".
Hoy por hoy, una cosa es clara: la palabra adicción puede crear controversia, pero los familiares y los propios afectados pueden reconocer un problema sin necesidad de un diagnóstico oficial y buscar soluciones y motivación para cambiar los hábitos.
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