
En un estudio se muestran los efectos psicológicos del abuso de sustancias que pueden conducir a conductas suicidas en niños y adolescentes.
Tener pensamientos relacionados con la vida y la muerte forma parte del desarrollo normal de un adolescente. Cuando estos pensamientos persisten como la única solución a los problemas de alguien, se pueden dar conductas suicidas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las conductas suicidas en niños y adolescentes se encuentran entre las 10 primeras causas de muerte. Por este motivo, en 1999, la organización lanzó el programa SUPRE (del inglés Suicide Prevention), una iniciativa internacional de prevención del suicidio.
Por otro lado, en el 90% de los casos de suicidio se detecta la presencia de depresión y abuso de sustancias. Así, el abuso del consumo de sustancias es considerado un factor de riesgo asociado a la conducta suicida. Entre estas sustancias o drogas, se distinguen tres tipos:
- Sustancias estimulantes que aumentan el tono general del organismo como el café, las anfetaminas y cocaína, entre otras.
- Drogas alucinógenas o psicodélicas, como la marihuana, el L.S.D., los hongos, el peyote y las metanfetamina, entre otras.
- Depresores o inhibidores como el alcohol, la morfina y la heroína, entre otras.
¿Por qué mecanismos el abuso de sustancias conduce al desarrollo de conductas suicidas?
Según un estudio publicado en la revista Psiquiatría, el consumo abusivo de sustancias produce una serie de efectos psicológicos que se relacionan con la aparición de conductas suicidas en niños y adolescentes.
Son los siguientes:
- Dependencia fisiológica y psicológica de la sustancia, así como tolerancia a la misma.
- Alucinaciones que pueden provocar “accidentes” entre los que se destacan precipitaciones al vacío por el consumo de drogas alucinógenas como el L.S.D.
- Síndrome de abstinencia que, en el caso del alcohol y los sedantes hipnóticos, puede dar lugar a alucinaciones.
- Tendencias paranoicas principalmente por el consumo de drogas estimulantes como la cocaína.
- Depresión que puede originarse por el consumo de marihuana.
- Neurosis
- Crisis de pánico, que también puede originarse por el consumo de marihuana.
- Esquizofrenia, principalmente por el consumo de marihuana, hongos y drogas alucinógenas.
- Anorexia, principalmente con el consumo de heroína como droga depresora, la droga de más alta mortalidad a corto plazo.
- Analgesia, específicamente por el consumo de heroína.
- Deterioro de la voluntad y la racionalidad
- Síndrome amotivacional: deterioro de la motivación e intereses habituales entre otros, principalmente debido al consumo de la marihuana.
- Inhibición del deseo sexual, específicamente por el consumo de marihuana, alcohol y antidepresivos entre otros.
- Deterioro de las relaciones interpersonales (familiares y amigos).
- Bajo desempeño laboral y escolar, condicionado por las afectaciones que se producen en la atención y la memoria.
Delante de una situación de abuso de sustancias y sospecha de conducta suicida es importante pedir ayuda. El trabajo conjunto de psicólogos, psiquiatras y pedagogos especializados, implicando a la familia de los pre-adolescentes o adolescentes afectados, puede dar lugar a la rehabilitación y recuperación de su capacidad para afrontar los problemas cotidianos de la manera más eficiente.
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